13 septiembre 2008

Autismo I. La falta de la falta

Camisas de once varas...
En la incómoda frontera entre la filogénesis y la ontogénesis, entre lo genético y lo aprendido, entre lo biológico y psicológico, a menudo el psicoanálisis contrasta con otras disciplinas que defienden el soma por encima de la psique. En el caso de la homosexualidad, por citar un ejemplo, la mayoría de los colectivos LGTB defienden la postura genética de manera casi beligerante, negando que la historia personal del sujeto (y su constelación familiar), puedan jugar un papel siquiera explicativo de la elección objetal (sea ésta homosexual o heterosexual).
En el caso que hoy nos ocupa, el del autismo, nos encontramos con similar controversia. Desde las neurociencias se defiende la génesis biológica de este trastorno, desde el psicoanálisis... se sigue apostando por no obviar la explicación ontogénica.
Debemos recordar que Lacan asentó una incómoda (e impopular) postura, al siquiera sugerir que el papel de los padres pudiese tener un caracter explicativo en el trastorno autístico. Más allá de una caza del culpable, la teorización psicoanalítica contempla variables a las que la psiquiatría está retornando: la falla en el reconocimiento del otro, la desestructuración lingüística, fenómenos como el cuerpo fragmentado...
En cualquier caso, los próximos posts van a intentar explicar el controvertido punto de vista lacaniano en lo referente al cuadro autista. Ya se os anticipa que se trata de contenidos con un relativo grado de complejidad.
Un saludo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante. Complejo. En "El idiota", escribe Dostoiewski: "Todos tienen su camino, todos conocen cuál es; salen cantando por él y por él regresan cantando. Sólo él no sabía nada, no entendía nada, ni a los hombres ni a los sonidos; sólo él ajeno a todo."
Enhorabuena por el blog.
JLB, Aldaia.