En un último ejercicio de abstracción, el inconsciente queda representado en el esquema Lambda como una S mayúscula pero, ¿por qué barrada?
El hecho de barrar el inconsciente es una forma de evidenciar la necesaria condición castrada del sujeto. El inconsciente queda castrado (barrado) desde el mismo momento en el que elabora un primer deseo. Cuando el niño, ya realizada la Spaltung y separado psíquicamente de la madre, se percibe que necesita un otro que le proporcione lo que le falta, que cumpla sus deseos, deja de ser omnipotente para comenzar a desear, a demandar. Se construye por vez primera el significante unario (S1), el falo, para ser separado y ubicado en el lugar del Otro Grande, de aquel que lo gestiona y provee. De forma simultánea, el antagónico significante de la castración inaugura la posición de demandante, una posición que el sujeto no abandonará hasta la muerte y que, a cambio, inaugurará el lenguaje y la necesidad de la comunicación.
Por partes. La primera demanda dibujará lo faltante, y la Spaltung arrojará el falo a las galeras de lo reprimido en el niño. A partir de ese momento, el infante comenzará a hilvanar demandas en un proceso que, primero, inaugurará el inconsciente, segundo, hará necesario acatar la primera ley (la de dominar el lenguaje y someterse a las leyes de su construcción), y tercero, por extensión, el niño iniciará su andadura por el imaginario de lo social, creando nuevos lazos de comunicación e introyectando un sistema cada vez más complejo de leyes y normas.
Aquello que nos atenaza, que nos enlaza de por vida a los eslabones del discurso y la concatenación de Lambdas, que nos aliena es -paradójicamente y al mismo tiempo- aquello que nos regala un primer traje para pasear por el imaginario, que va dibujando nuestro Yo y nuestra denostada neurosis.
A fin de cuentas, cadenas que nos hacen libres, ataduras simbólicas y preconscientes que posibilitan nuestro deambular consciente.
Una vez más, y para finalizar con estas entradas dedicadas al esquema Lambda de la intersubjetividad, adjunto el documento íntegro en formato .pdf. Un saludo.
Por partes. La primera demanda dibujará lo faltante, y la Spaltung arrojará el falo a las galeras de lo reprimido en el niño. A partir de ese momento, el infante comenzará a hilvanar demandas en un proceso que, primero, inaugurará el inconsciente, segundo, hará necesario acatar la primera ley (la de dominar el lenguaje y someterse a las leyes de su construcción), y tercero, por extensión, el niño iniciará su andadura por el imaginario de lo social, creando nuevos lazos de comunicación e introyectando un sistema cada vez más complejo de leyes y normas.
Aquello que nos atenaza, que nos enlaza de por vida a los eslabones del discurso y la concatenación de Lambdas, que nos aliena es -paradójicamente y al mismo tiempo- aquello que nos regala un primer traje para pasear por el imaginario, que va dibujando nuestro Yo y nuestra denostada neurosis.
A fin de cuentas, cadenas que nos hacen libres, ataduras simbólicas y preconscientes que posibilitan nuestro deambular consciente.
Una vez más, y para finalizar con estas entradas dedicadas al esquema Lambda de la intersubjetividad, adjunto el documento íntegro en formato .pdf. Un saludo.
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