¿Cómo descargar desde Rapidshare?

Visto que algunos usuarios han experimentado problemas a la hora de descargar archivos desde Rapidshare, ahí va una pequeña explicación:

Rapidshare es un sitio de almacenaje que, pese a ser de pago, permite realizar descargas de modo gratuito. Para ello, es necesario pinchar en cada uno de los links que conforman la descarga (este documental, por ejemplo). Se accederá a una página con dos relojes, uno de ellos anunciará una velocidad de descarga excelente (si te haces socio: “Premium user”), y otro pondrá una velocidad más moderada pero gratuita (“free user”). Evidentemente, si no sois suscriptores de la página seleccionais la opción gratuita “free”. Entonces aparecerá un cuadro publicitario con las ventajas de suscribirte, pero en la parte superior de dicho cuadro un contador indica los segundos que faltan para que comience la descarga (still 82 seconds, por ejemplo). Después de dicha espera, arriba del cuadro de publicidad aparecerá un botón de “download”, y al pulsarlo sólo deberemos indicar en qué directorio deseamos grabar el archivo.

Cuando almacenamos un archivo en Rapidshare, suele ser debido a que se trata de un documento de bastante peso (600 Mb o más), por lo tanto el documental se secciona en diferentes fragmentos (normalmente de unos 100 Mb) que, después de haber sido descargados (TODOS) hay que volver a unir con, por ejemplo, el programa WINRAR. Por lo tanto, cada vez que nos bajamos un fragmento habrá que volver a realizar la espera de Rapidshare, y a menudo el contador incrementará el tiempo entre descargas, con lo que nos puede ocurrir que, para volver a descargar, debamos esperar incluso 24 horas. En ese caso no queda otra opción que seguir el proceso al día siguiente… y paciencia.

Tan solo me queda comentar que, si se utiliza este sistema de descargas, o se opta por adjuntar un documento con un tamaño grande, se hace porque realmente merece la pena todo el proceso.

Pues eso, si teneís más dudas (espero que sean más psicoanalíticas que informáticas), sabed que sigo en mis extrañas vacaciones… vigilando el tendedero. Un afectuoso saludo.